06 Jul ¿QUE COMPRA TU MENTE?
Estamos en julio, época de rebajas, donde el que más y el que menos sale a buscar algo que sea bueno bonito y barato, algo que le guste y que le haga sentir bien al menos dos veces: cuando lo compras y cuando lo usas.
En nuestra cultura, en nuestra sociedad el acto de comprar productos o servicios es algo intrínseco a nosotros, desde la infancia nos enseñan y practicamos todos los días la compra de todo tipo de productos y servicios.
Incorporamos el acto de la compra como algo natural e inconsciente, compramos algo por que nos gusta, nos atrae, nos hace falta o por lo que sea.
Lo que está claro es que cada vez que compramos algo no lo hacemos pensando que nos va a perjudicar, compramos las cosas porque pensamos que vamos a obtener un beneficio de ellas.
Entonces, si somos tan buenos comprando cosas que, de manera natural, compramos aquellas cosas que pensamos que a priori nos van a dar un beneficio…
¿Por qué somos tan malos comprando a los demás ideas perjudiciales para nosotros?
Siempre que alguien me cuenta algo para que me lo crea y lo use (el proceso es el mismo que si me compro un pantalón o una camisa, me la enseñan o la veo en el escaparate, me la pruebo y si me queda bien me la compro), porque no nos hacemos una pregunta ¿esto que me cuentan me beneficia o me perjudica?¿Saco algún beneficio creyéndome y usando la idea que me comunican?¿Y si no es así por qué me la creo y la uso?
¿Por qué nos compramos pantalones incómodos y feos y nos los ponemos todos los días?
¿Por qué nos ponemos un abrigo en verano y vamos en manga corta en invierno?
¿POR QUÉ SOMOS TAN BUENOS COMPRANDO COSAS Y TAN MALOS COMPRANDO IDEAS Y CREENCIAS?
Las cosas cuestan dinero y por tanto hacemos todo un proceso de reflexión, muchas veces inconsciente, mediante el cual analizamos si eso que estamos comprando nos va a dar un beneficio mayor o al menos igual al esfuerzo que tuvimos que hacer para conseguir el dinero que vamos a invertir en ese objeto o servicio.
Las ideas y creencias que “compramos” muchas veces son “gratis” en el sentido monetario del término, pero a nivel mental son carísimas en términos de costes mentales y sentimentales.
“Comprar” una mala idea acerca de lo que somos, como somos, que podemos llegar a ser, o acerca de la situación actual, puede costarnos muy caro a nivel mental y sentimental y eso repercute directamente a nivel material.
POR FAVOR NO “COMPRÉIS” MALAS IDEAS NI MALAS CREENCIAS, ANTES DE COMPRARLAS PENSAD POR UN MOMENTO SI ESA IDEA O CREENCIA OS APORTA ALGO DE BENEFICIO A VUESTRAS VIDAS Y SI NO ES ASÍ DESECHADLA, NO LA “COMPREIS” NI LA “USEIS”.
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