13 Nov Pequeñas reflexiones empresariales con grandes resultados I
El otro día iba paseando con una de mis hijas gemelas, tiene 14 años y un millón y medio de preguntas en la cabeza, aprovecha cualquier paseo familiar para acribillar me literalmente a preguntas, de las cuales el que más aprende soy yo, pues ya se sabe que lo importante no son las respuestas sino las preguntas adecuadas que te lleven a las respuestas correctas…
Como decía íbamos paseando por un cañón fluvial muy bonito que hay en la sierra de Albarracin, si no lo conocen no duden en ir a visitarlo, vale la pena, esta entre las poblaciones de Calomarde y Frías de Albarracin, pues eso íbamos paseando y mi hija Aitana me empezó a preguntar por uno de sus temas favoritos, mi trabajo, tiene 14 años y aún le cuesta imaginar que es lo que hago, no soy bombero, barrendero, profesor, policía, dependiente, tampoco fabrico cosas, es difícil de explicar mi trabajo, ayudo a otras empresas a que ganen dinero, le digo, ¿pero como lo haces? Y ahí ya me pierdo, le digo que ahorro impuestos y me meto en el jardín de los impuestos, si le digo que contabilizo lo que hacen las empresas para que tengan buena imagen y los bancos les presten dinero me meto en otro jardín, si les digo que les aconsejo en la forma de organizar su empresa, vuelve preguntarme…¿Y como haces eso?? Ala otra selva más en la que me mete, con ella no puedo escapar, pero me ayuda a reflexionar sobre cual es mi labor en este trabajo mío de asesor y consultor empresarial. Ya dije que lo importante son las preguntas…
Volviendo al paseo por el cañón del….(nombre del cañon) allí estábamos los dos en el típico jardín en que me meto cada vez que empieza a preguntarme Aitana, esta vez todo empezó de la forma más inocente (como siempre) preguntándome que de quien era mi empresa, que si era mía sola o de más gente, le dije que era mía y de mi socio Jacobo al 50%, que cada uno teníamos la mitad de las participaciones, ella me dijo: Papá yo quiero participar en tu empresa, quiero participaciones para poder participar en tu empresa, hacer algo en ella, no, le dije, cuando hablo de participaciones hablo de que cada uno es propietario de una parte de la empresa, con independencia de que trabajes o no en ella…
Ella me miró con cara de no lo entiendo, para ella tener participaciones era formar parte de un proyecto, aportar algo al proyecto, a la empresa, hacer algo en ella, en resumen participar.
Yo le explicaba que se pueden tener participaciones de una empresa y no hacer nada en ella, solo esperar a que te repartan los beneficios que se produzcan o no y nada más, cuando le dije esto ella me preguntó ¿Entonces tu no tienes participaciones en las empresas de tus clientes? Y yo le dije que no¿Pero tú si que participas en sus empresas no? Y yo le dije que sí, que eso precisamente era una de nuestras principales metas respecto a lo que hacemos con nuestros clientes, queremos ser partícipes de sus empresas, de sus proyectos, queremos formar parte de ellos, de la forma en que mi hija entiende las participaciones, no ser propietarios, ser partícipes, formar parte de algo…Me pareció una muy buena idea y por eso os la cuento, y por último un consejo, hablad mucho con vuestros hijos y con cualquier niño, veréis que sus preguntas os llevarán a sitios que no os esperabais…
Gracias por vuestra atención y como dice mi hija Aitana, quiero participaciones de tu empresa, quiero formar parte de tu proyecto.
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